Antes de la tragedia de una familia, una adolescente de nombre Iara Maia Nardelli tenía una vida difícil. Sin embargo, cuando comenzó la pandemia de COVID-19, su salud mental se deterioró.
Después de mudarse con su padre, la adolescente desarrolló ataques de pánico, ansiedad severa y depresión por lo que hizo dos intentos de ponerle fin a su vida.
Después de pasar los dos meses anteriores en un hogar de menores. Le pidió a su madre que la acogiera, pero el 30 de junio huyó del establecimiento. En Mar del Plata, Argentina. Un campo contenía pedazos de su cuerpo que fueron descubiertos unos días después.
Tenía 16 años cuando le pidió a su madre que la internara porque tenía una hermana menor y no quería que la niña fuera testigo de su sufrimiento. Ella había comenzado a exhibir problemas de salud mental a la edad de 14 años.
Así llegó a Aldeas Infantiles, donde parecía mejorar, pero se fue abruptamente.
Después de ser reportada como desaparecida, comenzó una búsqueda exhaustiva que resultó en un terrible hallazgo.
La trabajadora rural del barrio Virgen de Luján, Florencia Salas, aseguró que ella alertó sobre el hallazgo de un cráneo humano. Salas es el fiscal a cargo de la investigación.
Una mandíbula diseccionada, una porción de una cabeza y posiblemente una tibia también fueron descubiertas en las horas más recientes después de una búsqueda.
Iara Nardelli nació en Miramar, según su madre, quien aseguró haber recibido varias llamadas informándole que allí habían visto a la adolescente. A pesar de seguir las pistas sugeridas, no pudo localizar ninguna información sobre su hija.
A ella le informaron días después que podrían haber descubierto el cuerpo de la menor, pero ella se aferró a la creencia de que no sería así.
Ante varios medios argentinos afirmó que la niña le envió un mensaje de texto antes de escapar del orfanato, indicando que cree que se fue con alguien. En la misma línea se mostró optimista por el hallazgo de los restos porque cree que no son los de su hija.
Sin embargo, luego del examen forense de los restos, pudieron identificar a la niña y estimar que el momento de su muerte fue entre tres y cuatro días antes de su descubrimiento, aunque el clima puede tener un impacto en esa estimación.
El fiscal explicó que la dispersión de los huesos habría sido provocada por animales salvajes como perros. Aunque actualmente se desconoce si la muerte de Iara fue accidental o intencional.