Un niño identificado como Joaquin Nunes de Oliveira, de solo 10 meses, permaneció en el hospital durante una semana, después de que su cuerpo fuera quemado por agua caliente, en Bela Vista de Goiás, en la Región Metropolitana de Goiânia, Brasil.
El pequeño Joaquin Nunes de Oliveira, de tan solo 10 meses de edad, perdió la vida una semana después de permanecer en el hospital.
Su padre, Mauro Sergio de Oliveira, contó que una caldera cayó sobre el niño.
El accidente ocurrió el 29 de julio, en una granja. Joaquim fue llevado inicialmente al Hospital Bela Vista de Goiás.
Posteriormente fue trasladado al Hospital Estatal de Emergencia del Gobernador Otávio Lage de Siqueira (Hugol), donde perdió la vida este domingo pasado.
Según el padre del niño, su madre estaba preparando un café y después de hervir el agua tuvo que ir al baño. «Mi esposa está embarazada, sintió ganas de ir al baño y dejó la caldera en el lavavajillas», explica Oliveira.
En este punto Joaquim habría escalado el armario. “Subió por la puerta y logró agarrar el cable de caldera», dice el padre.
Cuando tocó el cordón de la caldera, se habría girado y cayó sobre el niño. La madre escuchó el grito de su hijo, salió corriendo y, al ver el cuerpo de su hijo quemado, pidió ayuda al personal de la granja.
Joaquim estuvo hospitalizado durante ocho días. Oliveira dice que su hijo estaba muy feliz y se arrepiente de su deceso.
«Joaquín era muy juguetón, alegre y le encantaba dormir conmigo cuando llegaba del trabajo. Cuando perdemos a un niño no es fácil y estamos luchando. Estoy tratando tanto de no llorar, pero estoy destrozado», lamentó el padre del pequeño.
Oliveira afirma que su hijo perdió la vida por las quemaduras. El g1 cuestionó la causa de deceso en Hugol, pero no recibió respuesta hasta la última actualización sobre este asunto.
La representante Magda Dávila dice que debe investigar a los familiares para entender cómo ocurrió el accidente y para abrir una investigación.